martes, 3 de marzo de 2015

Una carrera, un recuerdo para toda la vida.

Llego a la clase de Paz. Su profesora pregunta por ella para que salga. Papá ha venido a recogerla. Esperar. Verla aparecer. Está contenta, está nerviosa. Se le ve en los ojos incluso antes de pasar por la puerta.

Me ve. Empieza a correr. Me agacho para darle un beso. Confusión en la mirada. ¿Dónde está Lucas?, pregunta. Fuera con Mamá, le digo. Los busca con la mirada. Encontrados. De mi beso no se sabe nada.

Arranca de nuevo a correr. Ni me ha tocado. Llega en un momento a la altura del carrito. Inés se agacha, seguramente para darle un abrazo y un beso. Consigo alcanzarla. Esquiva a Inés sin esfuerzo. Objetivo alcanzado.

Se precipita dentro del carrito y le da un beso enorme a su hermanito. Lucas.

Lucas nació el sábado pasado. Una experiencia completamente distinta al parto de Paz, digna de su propia entrada en el blog. Ayer vinimos a casa, pero Paz ha estado con los abuelos hasta hoy.

Esta tarde sabía que íbamos a ir con Lucas a buscarla al cole. Y claramente, había decidido a quién quería saludar primero.

Suena de fondo, durante todo el rato que llevo escribiendo, "selauns, selauns, selauns". Paz cantando, aplaudiendo y haciendo los coros, seguramente de alguna canción en inglés de las que aprende en el cole.

Sin duda, la mejor hermana mayor del mundo mundial.

Mañana, a buscar más momentos felices.

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