viernes, 16 de enero de 2015

Compartiendo mesa en el McDonald's de la T4

Día completo el de hoy.

Arrancando con dos horas y media de pruebas con los consultores de recursos humanos. Es un desgaste tremendo. Una hora para leer tres casos completitos y luego cuatro sesiones de 20 minutos para discutirlos.

Para mi estas sesiones son muy divertidas. Obviamente hay presión, pero de las cosas que más me gustan de mi trabajo es precisamente reuniones de ese tipo, en el que hay analizar información, compartir ideas, construir sobre lo que los demás están pensando. Yo me lo paso como un enano.

Mi vuelo a Dusseldorf salía a media tarde, así que lo más cómodo ha sido comer en el aeropuerto. El McDonald's me gusta porque el precio es el mismo que en cualquier otro de sus restaurantes. Y desde hoy me gusta aún más.

Las camareras son muy atentas. Preguntando en todas las mesas si estaba todo bien, ayudando a recoger, sugiriendo postres. Incluso con una mujer que estaba tumbada se han acercado para ver si le pasaba algo por si quería que llamasen al médico del aeropuerto.

En esas estaba, deleitándome con el inesperado servicio, cuando he decidido cambiarme de mesa para cargar el móvil y un señor se ha sentado en la que yo estaba llevando mis trastos. Seguramente en otra ocasión le hubiese pedido que se fuese para ponerme a ver el móvil. Hoy no.

Hemos terminado tomándonos el postre juntos. Me ha costado que entrase a charlar, pero al final nos hemos arrancado. Ha sido una conversación más profunda de lo que pudiera parecer entre dos desconocidos. Y hablando de temas durillos.

Como era de Barcelona se me ha ocurrido romper el hielo con fútbol y le he dicho que estaría contento por lo de ayer. Refiriéndome a que el Madrid perdió. Pero él ha interpretado que estaba hablando de política... lo hemos pasado bien los dos, creo.

Una vez aterrizado, mi cuñada Lio me ha llevado hasta casa. La "conversación" en el coche, inentando hablar en alemán, para grabarla. Luego he salido a correr y me ha acompañado ella en bici. Hasta que he forzado el ritmo hemos hablado un poquito en mi alemán... muy duros los comienzos la verdad.

Es tremendamente frustrante no poder hilar una frase de más de 5 palabras. Pero más o menos hay comunicación. Por otro lado, después de tantas horas estudiando necesitaba empezar a hablar con gente. Esta semana se presenta interesante.

Mañana, a buscar más momentos felices.

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