jueves, 8 de enero de 2015

Historias increíbles en el comedor del trabajo

Colegios funcionando, Navidades oficialmente terminadas. La parte positiva, hoy hemos vuelto a pasárnoslo pipa cantando canciones en el coche. Como casi no llevo a Paz al cole intento disfrutar los días que sí lo hago. Salimos de casa con tiempo de sobra para no agobiarnos y poder cantar todo lo que nos de la gana.

En el top actual tenemos: "Sol solecito, luna lunera". Es triste, pero aún le gusta más que Bruce.


Recuperando más rutinas, hoy he comido con los compañeros del departamento. Se agradece disfrutar de un rato distendido con todos hablando de cualquier cosa. Es otro pequeño placer diario que por rutinario a veces no aprovecho a tope, pero hoy he llorado de risa con una historia familiar que tenía lugar ¡en un tanatorio!

Antes de volver a casa, ha sido importante el momento en que he tachado la última cosa que quería hacer hoy. Me he propuesto fijarme a diario los objetivos para ese día nada más llegar por la mañana. Conseguir terminar los de hoy ha estado genial. Por fijarlos y por realizarlos.


Mañana, a buscar más momentos felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario