No sabía hacia dónde tirar. Podía abrir la caja de la caravana de Peppa Pig o ver qué había en el otro regalo. Con los nervios nos ha tirado los regalos a los demás. Y con los nervios ha entrado en el top tres de momentos felices de hoy.
El plato fuerte del día ha sido con los primos, también conocidos como Los Pipos. No tanto por los regalos, que también, pero sobretodo por la que estaban montando en el cuarto después de comer. Se han liado a saltar, a gritar, a tirarse en la cama... lo normal cuando se juntan los tres. Yo estaba escuchando desde la habitación de al lado y no podía dejar de partirme de risa.
Y para cerrar el día y las navidades, la cocina de MasterChef. Todo energía desde que le hemos montado "el trasto" y le hemos dejado campo para abrir, cerrar, calentar, lavar, organizar, poner, quitar...
Que te sirvan un huevo frito imaginario, o un café sin cucharilla, porque el azúcar ya viene removido, no tiene precio.
Hoy no hay fotos, porque hay días que son para vivirlos, no para grabarlos ni para fotografiarlos.
Mañana, a buscar más momentos felices.
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